MIGRACIÓN Y REFUGIO EN URUGUAY
El número actual de personas de todo el mundo que se han visto obligadas a abandonar sus países buscando una mejor vida para ellas y para sus familias no tiene precedentes. Lo hacen buscando una mejor vida para ellas y para sus familias.
En este contexto, Uruguay se ha convertido en un lugar de destino para cada vez más personas migrantes o que buscan refugio, principalmente desde países de América Latina.
250 millones de personas son migrantes internacionales.
Más de 40 millones de personas son desplazadas dentro de sus países, y más de 22,3 millones de personas son refugiadas.
Solicitudes anuales de refugio en Uruguay: de 21 solicitudes en 2010 a 2390 solicitudes en 2017
Solicitudes de refugio en Uruguay por origen.
Cuba: 85,4%
Otros países de América Latina y el Caribe: 8,4%
África: 3,4%
Asia: 1,7%
Otros: 1,1%
Cantidad de solicitudes de refugio concedidas en Uruguay entre 2010 y 2017.
Solicitadas: 3062
Concedidas: 96 (3%)
Solicitudes de residencia en Uruguay.
En 2011, había en Uruguay 77 mil residentes nacidos en otro país.
Entre 2014 y 2017, 40 mil personas solicitaron la residencia definitiva en Uruguay.
Solicitudes de residencia definitiva en Uruguay por origen (2014 a 2017)
América Latina y el Caribe
Argentina: 27%
Venezuela: 16%
Brasil: 14%
República Dominicana: 6%
Cuba: 5%
Otros: 18%
Europa: 7%
Asia: 4%
Norteamérica: 2%
Otros países: 1%
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Los Estados, incluido el uruguayo, tienen un rol fundamental frente a este fenómeno. Deben adoptar medidas y políticas migratorias y de refugio cuyo eje no se limite a razones humanitarias sino que proteja los derechos humanos de aquellas personas que ejercen su derecho humano a migrar.
Pero no hay que esperar a que los gobiernos se pongan de acuerdo para compartir la responsabilidad de soluciones importantes. Amnistía Internacional es un movimiento de personas convencidas de que lo que nos une es mucho más fuerte que lo que nos separa. Hay un papel insustituible para los uruguayos y uruguayas: es necesario que escuchemos las experiencias e historias de estas personas, les ofrezcamos nuestra solidaridad y les demos la bienvenida.
Juntos, podemos abrir camino, haciendo algo concreto en este momento —aunque sea un pequeño gesto— para dar la bienvenida a las personas migrantes y refugiadas en nuestras comunidades.
QUIERO DAR LA BIENVENIDA